La eficacia de las deducciones fiscales por contratación de trabajadores en áreas deprimidas

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Las deducciones fiscales por contratación de trabajadores son una política común para enfrentar dificultades económicas tanto temporales como persistentes. La evidencia en torno a su eficacia ha sido mixta, con efectos en el empleo que varían dependiendo de las características de las deducciones. Su evaluación empírica es difícil pues su introducción suele ser endógena a las condiciones económicas locales.

En investigación con Michael Suher evaluamos un programa de deducciones fiscales en el estado de Carolina del Norte, Estados Unidos, con una estructura cuasi-experimental. El programa asigna el monto de la deducción fiscal de acuerdo con una clasificación de dificultad económica. El programa fija umbrales de la clasificación en los cuales el monto de la deducción cambia de manera abrupta, permitiendo estimar modelos de regresión discontinua.

El programa de deducciones fiscales por contratación de trabajadores de Carolina del Norte

Nos enfocamos en en el Programa William S. Lee que operó de 1996 a 2006 en Carolina del Norte. Este programa otorgó incentivos fiscales para mejorar la situación de los condados con una economía menos robusta. Los 100 condados de Carolina del Norte fueron clasificados de acuerdo a una fórmula que calculaba su grado de dificultad económica. Los condados se ordenan de mayor a menor de acuerdo con su desempleo, y de menor a mayor de acuerdo a su ingreso per cápita y su crecimiento poblacional. Cada condado recibe un puntaje para cada variable de acuerdo a su posición en el ordenamiento. Los tres puntajes se suman, y la suma se ordena para obtener una clasificación de dificultad económica. Con base en esta, los condados se asignan a tres niveles. Los 10 condados con menor valor en la clasificación se asignan al nivel 1, y reciben una deducción fiscal de 12,500 dólares por contratación. Esta suma es descontada por partes durante 4 años si la firma beneficiaria mantiene el tamaño de su nómina. Los siguientes 40 condados se asignan al nivel 2, y reciben de 3,000 a 4,000 dólares por contratación. Los últimos 50 van al nivel 3 y reciben de 500 a 1,000 dólares. Solamente las firmas en ciertas industrias, como la manufacturera, son elegibles. Los condados son reclasificados cada año, de manera que sus deducciones varían en el tiempo.

Estrategia empírica

Nuestra estimación del impacto del programa aprovecha que la relación entre la clasificación de dificultad económica y el desempeño económico de los condados antes del inicio del programa es débil, y que los montos de las deducciones varían de manera discontinua al cruzar umbrales en la clasificación. En la Figura 1 se dibuja la relación entre la clasificación en 1996 y el cambio en la tasa de desempleo de 1993 a 1996. En primer lugar, no hay una discontinuidad en la evolución previa del desempleo de los condados al cruzar los umbrales de asignación. Así, al comparar condados en ambos lados de los umbrales, se observan condados similares que difieren en el monto de deducción fiscal. En segundo lugar, la correlación entre la evolución del desempleo antes de 1996 y la clasificación de dificultad es débil, lo que permite hacer estimaciones incluso usando condados lejos de los umbrales.

Para estimar el efecto del programa, comparamos la evolución del empleo y el desempleo entre condados de los niveles 1 y 2. Explotando la discontinuidad en la asignación de las deducciones, y teniendo en cuenta que los condados pueden cambiar de nivel cada año, se estiman modelos de regresión discontinua dinámicos que controlan por el historial de deducciones de cada condado. Los datos usados provienen del Buró de Estadísticas Laborales, el Buró del Censo y el departamento de Comercio de Carolina del Norte.

Resultados

La Figura 2 muestra cambios en la tasa de desempleo y en la razón empleo-población de los condados tres años después de la asignación a un nivel del programa. Cada punto es una combinación de condado y año de asignación. Como esta asignación de niveles se repite anualmente, cada condado se observa cada año. Las observaciones se ordenan por clasificación de dificultad económica, de manera que aquellas a la izquierda de la línea vertical segmentada corresponden al nivel 1 y a la mayor deducción. Observamos que la relación entre la clasificación y los cambios del desempleo/empleo es aproximadamente lineal, y que tiene una discontinuidad al cruzar el umbral. Estimamos que tres años después de ser clasificados en el nivel 1, los condados tienen una tasa de desempleo 0.5 p.p. más baja, y una razón empleo-población 1 p.p. más alta, respecto a las que tendrían en ausencia del programa. Las estimaciones son similares si se usan solamente los condados más cercanos al umbral.

Al llevar a cabo estimaciones de diferencias-en-diferencias, como es tradicional en esta literatura, no encontramos efectos significativos en el empleo. Dichos efectos nulos pueden atribuirse a un sesgo causado por endogeneidad en la asignación del programa: el empleo en los condados del nivel 2 tiende a crecer más rápido incluso en ausencia del programa. Al controlar por este sesgo, las estimaciones de regresión discontinua ofrecen una visión diferente de los efectos del programa.

Estimamos que cada nuevo trabajo costó alrededor de 7,400 dólares en deducciones fiscales. Este costo se compara favorablemente con el de otras políticas de generación de empleo. Así, los resultados sugieren que las deducciones fiscales a la contratación son efectivas para aumentar el empleo en áreas económicamente deprimidas.